El cristiano asiste a misa con el ánimo de encontrarse con Jesús; participa de todo lo que propone la liturgia, pero, ¿realmente entiende todos los momentos de la celebración? En ocasiones se evidencia la falta de conocimiento a la hora de entonar y participar con los cantos, los cuales no deben ser siempre festivos o conocidos.
Por Daniel Hernán Rodríguez Ríos
Todos los católicos, cuando asistimos a misa, tenemos la posibilidad de participar fielmente en la celebración uniéndonos a lo que el celebrante y los ministros van proponiendo a lo largo de la liturgia.
Algo en lo que necesitamos prestar mucha atención, y no solo hacerlo por tradición, es en los cantos de la liturgia. Los cantos que escuchamos en cada celebración eucarística deben ser acordes con los textos que acompañarán la Liturgia de la Palabra, por tanto, los cantos también necesitan ser fieles al tiempo litúrgico en el que la iglesia se encuentre.
Es común ver la incomodidad de algunas personas al final de la celebración de la misa por la interpretación de algunos cantos que no son tan conocidos, pero debemos ser conscientes que no siempre el canto conocido corresponde al tema y tiempo litúrgico de la celebración. Por eso es importante que los músicos encargados de la liturgia en nuestras comunidades constantemente se estén actualizando en cuanto a cantos se refiere, para que, al igual que el sacerdote y los ministros, puedan enriquecer cada vez más la liturgia celebrada por todos los cristianos en la misa.
Nosotros, los fieles católicos debemos también animarnos a participar cuando se entonan los cantos en la liturgia, ya que esto nos ayudará a entender aún más el mensaje de Dios presente en la eucaristía. De igual manera, debemos entender la música como alguna vez San Agustín la quiso mostrar cuando decía que “el que canta ora dos veces” reflejando la importancia de los cantos dedicados a Dios.