El Seminario es el lugar, el tiempo, el proceso, el método, y, sobre todo, la comunidad educativa donde se forman los sacerdotes. Este es un recorrido por el Seminario Mayor de Bogotá, uno de los más antiguos y relevantes de América.
Por Andrés Felipe Lasso
El Seminario es considerado como el corazón de una diócesis, pues allí es donde se forman los Sacerdotes que evangelizarán como diría el Papa emérito Benedicto XVI todas “las venas de la iglesia”; el seminario no es tan solo un lugar, es todo un conjunto de factores que permiten al aspirante un discernimiento claro de la vocación y seguimiento de Jesús como Sacerdote de la Iglesia.
Uno de los Seminarios más antiguos de América y el primero en el territorio que hoy comprendemos como Colombia es el Seminario Mayor de Bogotá, fundado en 1581 con el nombre de San Luis. Trascurrido el tiempo desde su fundación, ha estado en varios lugares pero su esencia ha sido siempre la misma: Formar Pastores para la Iglesia. La actual sede fue construida por el arquitecto José María Montoya Valenzula entre 1943 y 1946 mientras era arzobispo de Bogotá monseñor Ismael Perdomo (en proceso de beatificación) y fue encomendado a San José. Es hoy una de las edificaciones más hermosas y distintivas de la Ciudad.
El Seminario no es sólo un lugar
El lugar es uno de los medios para la formación de los sacerdotes, no el más importante, lo que en realidad es relevante para distinguir lo que es un seminario es la comunidad en camino; el Obispo; los seminaristas, los formadores, profesores, inclusive las personas que se emplean allí… todos como en una familia aportan de manera significativa en la formación de los futuros sacerdotes, lo cual es el sentido primario del seminario.
La formación tanto en el Seminario Mayor de Bogotá como cualquier otro está soportado bajo cuatro pilares o dimensiones. La espiritual, Intelectual, apostólica y comunitaria; ellas con el fin de que el sacerdote sea siempre un hombre de oración y de constante búsqueda del Señor, capaz de entender, razonar la realidad de la comunidad en la que ejerce su labor apostólica y misionera, en comunión con la iglesia universal y particular, en este caso la de Bogotá, en pocas palabras ser un mensajero de Jesús.
El papa Benedicto XVI en la XLVIII Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones celebrada el 15 de mayo de 2011 citando la exhortación apostólica Pastore dabo vobis decía: El Señor no deja de llamar, en todas las edades de la vida, para compartir su misión y servir a la Iglesia en el ministerio ordenado y en la vida consagrada, y la Iglesia «está llamada a custodiar este don, a estimarlo y amarlo. Ella es responsable del nacimiento y de la maduración de las vocaciones sacerdotales» (Juan Pablo II, Exhort. ap. postsinodal Pastores dabo vobis, 41). Actualmente se forman en el Seminario Mayor de Bogotá cerca de 70 seminaristas, con diversidad de edades, talentos, personalidades, historias… Unidos todos por el amor de Dios, que los ha invitado a dejarlo todo y seguirle.
«La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies» (Mt 9, 36-38). Es la invitación que hace Jesús al pueblo para que suscite vocaciones al sacerdocio. Todos, como miembros de la iglesia estamos llamados a orar para que Dios suscite muchas vocaciones y les conceda fidelidad a los Sacerdotes, los seminaristas y aquellos que con inquietud en su corazón todavía no han dicho sí.
Buenas tardes,en jesus y maria. Hasta que edad se puede ingresar al seminario y que costo tiene? Muchas gracias