Padre Eliécer García ha dado testimonio de su fe, es un ejemplo de vida para todos en especial para los educadores.
Por Camilo Andrés Torres González
Para muchos colombianos es reconocida y familiar la librería llamada Apostolado Bíblico Católico, ubicada en el Santuario del 20 de Julio, en Bogotá. El fundador es el padre Gustavo Eliécer García sacerdote salesiano, es decir, de la congregación fundada por el sacerdote italiano Juan Bosco, cuyo carisma fue acompañar a los jóvenes que se perdían en la indigencia a causa de la pobreza vivida en el siglo XIX.
El Padre Eliécer García nació el 2 de enero de 1929 en Betulia (Santander); desde una edad temprana fue aficionado a la lectura, pero gracias a la corrección de su padre dejó el gusto por los libros de novelas para adentrarse a la lectura de tipo espiritual. El primer libro que le regaló su padre fue La imitación de Cristo, escrito por Tomás de Kempis; éste libro lo marcó positivamente, por ello en adelante se dedicó a leer libros formativos. En 1949 ingresó a la Congregación Salesiana y se dedicó a formarse de la mejor manera para transmitir el conocimiento a los jóvenes, a ejemplo de Juan Bosco; se especializó en pedagogía y más adelante fue ordenado sacerdote el 28 de octubre de 1959.
Desde el primer momento, el joven sacerdote Eliécer García se dedicó de tiempo completo a la enseñanza en colegios, a dictar conferencias y retiros espirituales. En 1974 fundó el Apostolado Bíblico Católico. Como lo propuso Don Bosco en su tiempo, el único objetivo del Apostolado Bíblico Católico fue propagar las buenas lecturas que construyen y forman a la gente sencilla que no puede acceder a los libros costosos. El Apostolado Bíblico Católico es generador de empleo para muchos jóvenes que trabajan en la imprenta, edición y distribución de los productos.
El padre Eliécer García tiene en la actualidad 87 años de edad; cuando se le visita en la residencia sacerdotal del Santuario del Divino Niño Jesús del barrio 20 de Julio de Bogotá, se le ve lúcido y completamente feliz: “he venido a pasar mis últimos días al lado del niño Jesús”, dice. El padre Eliécer ha dado testimonio de su fe, es un ejemplo de vida para todos en especial para los educadores, puesto que la mejor manera para erradicar la ignorancia y favorecer el saber es promoviendo la lectura de libros formativos.