El cilantro es una planta originaria del sureste de Europa, pero se han multiplicado por diferentes latitudes. En América latina es común su uso en diferentes aplicaciones.
Por: ElCampesino.co
Las abuelas solían tener un pequeño huerto en casa, tocarlo era casi un sacrilegio pues allí crecían algunas plantas que eran muy importantes, entre ellas el cilantro.
En las mañanas el olor de ese pequeño huerto se filtraba por las paredes, el olor más característico era el del cilantro, un planta verde de entre 15 y 30 centímetros de altura.
Según un estudio realizado por la universidad Beira del Interior de Portugal, el cilantro posee ciertas características que lo hacen recomendable.
Una de estas características, es la eliminación de bacterias, el aceite de cilantro detiene la respiración de las células malignas, ocasionado su deceso y posterior eliminación natural del organismo.
En la cultura asiática, el cilantro es usado como antibacterial y también se usa para combatir el mal aliento, además esta planta ayuda a recobrar el apetito.
Si se prepara en infusión de agua, ayuda a aliviar los dolores de cabeza y también algunos síntomas relacionados con la gripa, así mismo, tiene propiedades antiinflamatorias por lo que se usa como materia prima para la elaboración de cremas y pomadas para aliviar dolores en las articulaciones.
Finalmente, se estima que el cilantro es una buena opción para las mujeres embarazadas, dado que estimula las glándulas mamarias, también, es benéfico para los dolores menstruales y se estima que ayuda en la disminución del colesterol malo, pero también ayuda en el colesterol bueno.
Finalmente, el cilantro se recomienda para tratar de manera preventiva, desordenes estomacales.
Ahora es más claro porque las abuelas cuidaban tanto aquella huerta, el cilantro que le ponían al caldito de papa, era bendito para aquellos días en los que el estómago estaba resentido.