Los ferrocarriles de Colombia abrieron la puerta del siglo XX. Aunque las ferrovías del país no fueron planeadas como red, cada región hizo el mayor esfuerzo para conectarse con otros lugares, la principal motivación de las ferrovías era conectar a los nacientes poblados del interior con los ríos Magdalena y Cauca y acercar las mercancías como el café a los puertos sobre el pacifico y el atlántico.
Por: Andrés A. Gómez Martín.
Para mediados del siglo diez y nueve viajar por el país significaba toda una aventura, los caminos reales que usaban los encomenderos españoles, campesinos e indígenas, eran las rutas por donde el naciente comercio debía transportarse a lomo de luma y en la espalda de hombres que eran contratados o muchas veces esclavizados.
En la década de los treinta de los años 1800, el ferrocarril de Panamá fue el primero en ser construido, la idea había sido planeada en un principio por el libertador Simón Bolívar, pero seria hasta 1855 cuando desde Barranquilla se construiría el primer tramo de linea ferrea.
Los ferrocarriles nacieron por el empuje y la necesidad de las regiones del país para conectarse con los ríos que para la época eran las principales vías de transporte, por eso el ferrocarril de Antioquia buscó al municipio de Puerto Berrrio, Bogotá se conecto con Girardot y con Honda, Cúcuta se conecto con el lago de Maracaibo luego de extender las vías hasta El Zulia.
La construcción no fue fácil, las guerras civiles que afrontó el país como la guerra de los mil días, generaron retrasos que se contaron por años y esto porque los obreros era reclutados por los ejércitos para ser llevados a las frentes de combate. Aun así la necesidad de conectividad era imperiosa, los ingenieros Ingleses, Americanos y Franceses vieron en topografía colombiana un reto especial para desarrollar la tecnología férrea. Tanto así que se construyó una locomotora especial para colombia, la 428 que fue conocida como la doce ruedas.