En Colombia persiguen y asesinan a los integrantes de movimientos sociales que denuncian la explotación, el robo de los recursos naturales y la contaminación que provocan principalmente las transnacionales.
Por: José David Castro Pino Facilitador EDC Cauca y Valle del Cauca
A desapariciones, amenazas y asesinatos se ven sometidos los líderes campesinos cuando estos en el marco de las organizaciones y los movimientos sociales se manifiestan con relación al tema de las afectaciones por parte de las diferentes industrias y multinacionales, estas, reaccionan inmediata y abruptamente, siendo estos líderes campesinos los principalmente afectados.
Por ejemplo, plantea el diario Telesur en una de sus publicaciones que durante los años 1998 y 2003 se realizaron oleadas de desapariciones forzadas, donde se usó el aparato paramilitar de manera indiscriminada para realizar este tipo de acciones. Algunas investigaciones de la Fiscalía General de la Nación han dado cuenta de que estas acciones están ligadas a intereses de gobernantes, es decir, no es una situación a espaldas de los gobernantes de turno para ese momento histórico del pais, sino que ha sido una estrategia de exterminio del movimiento social.
Lo más grave aún es que cada vez que las comunidades reclaman sus derechos con movilizaciones en las diferentes vías del país inmediatamente reacciona el aparato represor del Estado para atacarlos y reprimirlos. Posteriormente vienen las amenazas y muertes por parte de diferentes grupos. Claro ejemplo de esto se evidencia en las últimas semanas en el departamento del Cauca, zona rural de la vereda el Mango, donde el ejército asesinó a un campesino sin mediar palabra alguna.
Hechos como estos se quedan en la impunidad, y si bien son denunciados estos no reciben la importancia que deberían tener.