Puerto Carreño es la capital del departamento de Vichada, ubicada en un lugar estratégico en una de las esquinas de Colombia, la travesía para llegar hasta esa capital es sin duda toda una aventura por las sabanas de los llanos orientales.
Por: Andrés A. Gómez Martín.
Los contrastes en Colombia casi que son del cielo a la tierra, en la actualidad algunas regiones del país ven como el progreso en materia de construcción de vías está llegando kilómetro a kilómetro, entre vías de doble carril y las llamadas autopistas 4G. Sin embargo en otras regiones del país ni siquiera existe una vía, es más, el recorrido esta manos de la imaginación y sobre todo de la destreza de experimentados conductores de bus o de camionetas todo terreno.
Puerto Carreño es la capital del departamento de Vichada, un poco más de 10 mil personas habitan la capital y se estima que cerca de 5 mil en las zonas rurales. El majestuoso río Meta y el tercer río más caudaloso del mundo, el río Orinoco embellecen esta región que limita con el vecino país de Venezuela.
En temporada de verano, existe una ruta terrestre que conecta al Vichada con el interior del país, más de 1 .700 kilómetros separan a Bogotá del Orinoco. Entre noviembre y marzo, en la temporada de verano y que este año puede extenderse más, según las advertencias del IDEAM, los buses » trocheros» ingresan en las enormes sabanas del Meta y del Vichada. Clik aquí: https://www.youtube.com/watch?v=8fcXK_GzdgI
La paciencia hace parte fundamental del viaje, luego de salir de Villavicencio sobre las 2 de la mañana, el bus se detiene en Guacias, allí los pasajeros almuerzan en un pequeño poblado, el camino continúa y si todo esta en normalidad, es decir que el bus no se entierre en alguno hueco, cerca de las 10 de la noche arriban a el municipio de La Primavera, en el Vichada. Click aquí: https://www.youtube.com/watch?v=HWKFshJxuAc
A las 2 de la mañana del siguiente día, el bus inicia de nuevo la travesía, allí la vía ya no existe, a esto los llaneros lo llaman » sabanear», es decir que mientras el bus anda, se debe ir buscando la vía, bordeando matorrales, enromes grietas, charcos de barro, profundos huecos y la mala llamada maleza.
Al medio día, el místico bus arriba a la rio Meta, en la frontera con el departamento de Arauca, allí durante 40 minutos las autoridades militares revisan a los viajeros, sus mercancías y el bus. Desde aquel retén siguen por la sabana, a veces los pasajeros deben bajarse a ayudar a sacar el barro, usar una que otra pirueta para que bus pueda continuar.
Sobre 9 o 10 de la noche del segundo día por fin se llega a Puerto Carreño.