El árbol de mango es reconocido en la actualidad en los mercados más exigentes de frutas tropicales. Su cultivo se lleva a cabo desde tiempos muy antiguos.
Por: Guillermo Alberto Carmona Hincapié Facilitador
El árbol de mango es, aparentemente, originario de la India y es allí donde por generaciones ha sido el centro de gran admiración.
Al árbol de mango se le puede encontrar fácilmente en Asia desde tiempos milenarios, es un cultivo frutal bien conocido en estas zonas.
Pero fueron los españoles quienes trajeron esta preciosa fruta a todas sus colonias ubicadas en el continente americano.
Sin embargo es todavía la India quien lidera en términos de cantidad de plantaciones, sumando por sí sola más que el total del resto del mundo
El árbol de mango es una de las plantas más productoras de frutos en los países tropicales. Se cultiva en todos los países de Latinoamérica, siendo México el principal país exportador del mundo.
Pero como producto de exportación se ubica en un puesto inferior, en la lista de las frutas, y están por encima los plátanos, cítricos, aguacates, higos, piñas; pero si ocupa el segundo lugar, sólo superado por los plátanos, en términos de uso doméstico.
El fruto del árbol de mango es consumido en gran parte en estado fresco y natural, pero también es utilizado para preparar mermeladas, jugos y otra variedad de productos.
El árbol de mango se adapta más fácilmente al frío que el mismo aguacate y puede resistir mucho mejor los vientos. Esta planta se desarrolla muy bien en un clima donde las temperaturas oscilan entre diez y treinta y seis grados.
Es verdad que un árbol de mango bien desarrollado puede aguantar temperaturas hasta de dos grados bajo cero, pero no por mucho tiempo. Un árbol de mango joven, de dos a cinco años, puede perecer a temperaturas de cero y de un grado centígrado.
Los frutos del árbol de mango constituyen un valioso suplemento dietético, pues es muy rico en vitaminas A y C, minerales, fibras y antioxidantes. Además, son bajos en calorías, grasas y sodio