jueves, octubre 3, 2024
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Yorleni, lideresa rural y enfermera en Caquetá que trabaja a diario por su gente

Conozca a continuación la historia de Yorleni, habitante rural en proceso de reincorporación en Caquetá, vivo ejemplo de una mujer que lucha por el bienestar de su familia y el de su comunidad. Pero también, modelo a seguir de otras mujeres jóvenes de Miravalle en Caquetá.

Yorleni tiene 36 años, y aunque es del Huila tiene esencia caqueteña. Cuenta con una virtud que le ha permitido ser líder de su comunidad, habilidad y capacidad para acercarse a las personas, guiándolas hacia nuevas posibilidades y soluciones de problemas que surgen en el día a día.

A mí me encanta el trabajo en comunidad, conversar con la gente, me gusta mucho prestar atención a cada persona que lo requiera en el momento debido. Las personas aquí en mi comunidad me han comenzado a ver como una líder en la que pueden confiar y contar cada vez que lo necesiten. Yo les digo a veces, no tengo los recursos pero con ideas podemos trabajar y buscar salidas a los problemas. 

 Vivir en el campo para Yorleni no tiene comparación con las grandes ciudades, pues la belleza misma de la naturaleza se refleja de numerosas maneras y cada día más imponente. Sin embargo, también se acrecientan los problemas, situaciones que tienen que ver con faltas de oportunidades, acceso a una educación de calidad, salud, acompañamiento a familias vulnerables, entre otra variedad de circunstancias críticas.

Las familias rurales en especial las mujeres necesitan de acceso a formaciones y componentes psicológicos. Aquí las mujeres han sufrido mucho por la violencia, les han asesinado a sus familiares de formas horribles y ellas han entrado a reprimirse, donde ha primado también el factor silencio. Son mujeres que no tienen oportunidades para así mismo tener otras posibilidades de crecimiento en sus vidas.

 Para Yorleni el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación – ETCR Óscar Mondragón, es un lugar con un aire familiar, muy organizado y con personas que brindan la mano en cualquier momento. Este tipo de ambiente permite una verdadera construcción de tejido social y ayuda a las mujeres a emprender.

Es gente que tiene una organización muy sólida, gente que sabe tener un orden; además somos una región muy sana a pesar de las dificultades. Los jóvenes tienen muchos sueños, quieren emprender, es una juventud que no tiene vicios y que siguen fiel a sus familias. Aquí todos tienen comités en sistemas productivos, lo cual es muy importante para el crecimiento de la región. Este lugar lleno de solidaridad es un ejemplo para mí, es un lugar que me ha ayudado a tener mi trabajo sólido con ellos y a mi proceso de reincorporación, gracias a mi comunidad he logrado un puesto muy importante, me lo he ganado con mucho respeto, trabajo y cariño; tengo un puesto en salud, soy enfermera y tengo un técnico en salud pública, entonces mi trabajo me permite llegar siempre a la gente de manera positiva.

 Poder formarse cada día es esencial, pues dentro de sus sueños quiere ser una profesional que pueda ayudar a todo aquel que lo necesite; pero también en brindarle un gran futuro a su pequeño de siete meses de edad que le llena la vida de alegrías y se convierte también en un gran motivo para seguir preparándose.

Ella participa activamente del proyecto Mujer Mestiza, Indígena y Afrodescendiente – MIA del Fondo Europeo para la Paz de la Unión Europea; un proyecto destinado a formar a las mujeres rurales y en proceso de reincorporación en Alfabetización Digital, Asociatividad y Emprendimiento, Valores Cívicos y en Comunicación y Periodismo Rural; pero a la misma vez en apoyar aquellos sistemas productivos liderados por mujeres emprendedoras, buscando las posibilidades de generar empleo. Aunque la pandemia por el Covid-19 detuvo muchos procesos, para las mujeres de la comunidad de Miravalle en San Vicente del Caguán y Aguabonita en la Montañita, Caquetá, no fue un impedimento para continuar su formación a través de las Escuelas Digitales Campesina – EDC de Acción Cultural Popular – ACPO, entidad implementadora.

Yorleni tanto en el día como en la noche asiste a la sala de informática de la comunidad para avanzar en sus procesos de formación y motivar a seguir a las mujeres de sus territorios. Además que se siente orgullosa de su compañera Anyela que se convirtió gracias al proyecto MIA en la facilitadora educativa de la zona de reserva campesina El Pato Balsilla.

Este proyecto nos ha servido muchísimo, principalmente a Anyela, una mujer trabajadora que ahora es una de nuestras maestras y que nos apoya en cada curso a realizar, estas formaciones también han sido una base para ella misma. Es una oportunidad donde todas las mujeres aprenden, pero también de que convivan entre ellas, se ayuden mutuamente. Yo hago mis pasaditas en las formaciones, pues es un momento en el que uno puede apoyar escuchandolas y entendiendo sus circunstancias, pero también a motivarlas a que no se rindan. Quedamos también muy atentas en este proyecto de que se desarrollen otros componentes que nos permitan poner en práctica lo aprendido a través de las escuelas.  Las mujeres rurales necesitan de acompañamiento para motivarlas.

 Yorleni es representación de otras mujeres y hombres en proceso de reincorporación que trabajan cada día por ser profesionales, en brindar un bienestar a sus familias y en ser líderes y lideresas que aportan a la construcción de paz. Sin importar la estigmatización existen en el país, ellos siguen demostrando su interés por ser colombianos dispuestos a ayudar a su gente. Las evidencias de este compromiso cada día relucen en historias de crecimiento profesional de mujeres y hombres.

 Todo ahora está dirigido para mi hijo, mis metas son para mi hijo, todo está enfocado en él. Soy madre soltera, pero eso no ha sido impedimento para seguir estudiando. En este momento estoy estudiando psicología y homologando enfermería, mi objetivo es terminar y lograr tener un trabajo y una estabilidad, quiero trabajar con la comunidad y estudio para ayudarlas, también para proteger el medio ambiente. Creo que el tiempo que estuve en las FARC me ayudó a conocer más de fondo las necesidades del campo, a conocer muchas circunstancias que no son tratadas. Siempre podemos ayudar ya sea de manera directa o indirecta

 Como este pequeño relato, existen muchas historias de lucha por oportunidades académicas y laborales; son precisamente esas oportunidades las que necesita el campo colombiano; por esto, para el Fondo Europeo para la Paz, una de las claves para construir paz es apoyar el crecimiento de la ruralidad del país.

Por: Daimer Fernando Losada Bermeo. Comunicador social del proyecto MIA en Caquetá y Chocó.

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