El proyecto investigativo en torno a la medicina natural Amazónica

Macambo y sacha inchi son algunas de las plantas alimenticias y curativas que hacen parte del proyecto investigativo, que adelanta la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) para la comunidad amazónica.

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Foto por: http://bit.ly/39iyIgC

La Amazonía es la región más rica en biodiversidad del planeta y la latitud tropical en la que se encuentra situada no es la única explicación de la riqueza de este ecosistema. Las investigaciones en la zona estiman que alrededor del 25% de los principios activos presentes en los medicamentos provienen de las selvas tropicales.

Actualmente, se conocen alrededor de 350.000 especies de plantas en el mundo y menos del 1% de ellas han sido estudiadas con fines farmacológicos; por lo tanto, la naturaleza y en especial la selva amazónica es una gran reserva de recursos medicinales. Al ser el bosque húmedo más extenso de la Tierra. Su inigualable diversidad biológica incluye más de 6.300 plantas diferentes.

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El conocimiento sobre las propiedades medicinales de las plantas está basado en la observación, la experiencia y el entendimiento profundo del entorno. Este aprendizaje transmitido de generación en generación ha contribuido a resolver, en parte, los problemas de salud que aquejan a los habitantes de los pueblos amazónicos más alejados de la civilización.

La comunidad amazónica Ziora-Amena, del municipio de Leticia cultiva el bejuco sacha (Plukenetia vplubilis), cuyas semillas son reconocidas por su uso con coadyuvante en tratamientos para reducir el colesterol. Esta es una de las 12 especies vegetales que reseña una cartilla que está preparando el grupo de investigación FaMeTra- Farmacología de la medicina tradicional y popular de la Universidad Nacional de Colombia.

Luego de un trabajo conjunto de investigación con los cultivadores de la comunidad y en especial, con los abuelos, quienes los guiaron en torno al conocimiento ancestral de las plantas que se cultivan en la chagra, un sistema agroforestal tradicional de las comunidades indígenas de la Amazonía, en el que se tiene un área de diversos cultivos transitorios y otras zonas de rastrojo.

Según comenta el profesor Giovanny Garavito, del Departamento de Farmacia, el proyecto nace como una manera de retribuir a los miembros de esta comunidad indígena, “por las enseñanzas y el trabajo conjunto de investigación en plantas medicinales con actividad antiparasitaria, desarrollado durante más de 16 años”.

Al respecto, el docente indicó que con este trabajo se buscó recuperar y documentar las prácticas tradicionales en salud de la comunidad y, a partir de ellas, generar una propuesta de valor acorde con el contexto sociocultural y las oportunidades de la zona.

Propiedades del Sacha Inchi

Se aprovechan básicamente las semillas como alimento, la cartilla elaborada por el grupo de trabajo de la UNAL, reseña nombres comunes como maní estrella, chocolate corona y maní inca. Esta planta es, básicamente, un bejuco de tallo duro con corteza desprendiendo en tiras, frutos axilares de color verde brillante en forma de estrella (3-5 cm).

A medida que madura, el color cambia de verde a marrón negruzco, las cápsulas contienen semillas ovaladas comestibles de color marrón oscuro, hojas verdes con fuerte olor y sabor amargo, flores blanquecinas.

Propiedades del Macambo

Se utiliza para consumo directo o en jugos, mientras que sus semillas se han utilizado como una especie de cacao o cocidas a la brasa, reseña el documento preparado por el equipo de FaMeTra. Entre los principales constituyentes, el equipo investigativo menciona que las semillas contienen cafeína y trazas de teobromina y teacrina.

Otras especies promisorias que serán incluidas en el folleto son: Copoazú (Theobroma grandiflorum), Mucuracaá (Petiveria alliacea), Sacha Ajo (Mansoa alliacea), Uva caimarona (Pourouma cecropiifolia), Canangucho (Mauritia flexuosa), Umari (Poraqueiba sericea), Guama (Inga edulis), Huito (Genipa americana), Asaí (Euterpe precatoria).

Asegura el profesor Garavito: «es necesario avanzar en alternativas que, en acopio del contexto social y oportunidades del territorio, permitan recuperar el interés de las nuevas generaciones en la chagra amazónica y con ello, preservar el conocimiento tradicional en riesgo en la actualidad».

Por: Jessica Beltrán. Periodista.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.

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