Arte para la memoria y reparación

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AgenciaNoticias-20160901-01_07

Una intervención estética busca honrar a víctimas sin nombre del conflicto armado.

En una exposición artística, 104 fotografías con impresión lenticular representan las tumbas de víctimas del conflicto armado sin identidad. Además, les asigna un nuevo nombre y apellido para honrar su memoria.

La obra fue llamada Réquiem NN y hace parte de la exposición “Desenterrar y Hablar: una etnografía estética de la guerra en Colombia”. Fue inaugurada en la Hemeroteca Nacional y la Biblioteca Central de la Universidad Nacional. La exposición también incluye los proyectos “Silencios”, “La guerra que no hemos visto” y “Testigos”.

Los creadores de esta pieza son los artistas plásticos Fernando Grisales y Juan Manuel Echavarría. Con ella reflexionan sobre el papel del arte en los procesos de reparación simbólica que estarán presentes en el posacuerdo. Son una forma de crear memoria histórica sobre lo ocurrido en el conflicto armado.

La inspiración de Réquiem NN vino de un ritual que hacen los pobladores de Puerto Berrío, Antioquia. En esta zona, a orillas del río Magdalena, los paramilitares dominaban la región y los desaparecidos eran el pan de cada día. Para los pobladores se convirtió en una escena común ver a los cuerpos de víctimas desconocidas bajar por el río.

Para no dejar olvidados a los sin nombre, o NN, recuperaban sus cuerpos, que en su mayoría estaban fragmentados. Les daban una identidad y una sepultura digna. Después, cuidaban sus tumbas e incluso pedían favores a sus almas.

Por eso los artistas le dieron forma de tumbas a una pared. Usando la técnica de lenticulares, que permite ver dos imágenes en una, los visitantes aprecian el cambio de ser desconocidos a tener una identidad. La otra obra, Silencios, es un mural conformado por 40 fotografías que muestran la exploración que Echevarría y Grisales han hecho en los vestigios de las escuelas abandonadas por la guerra en los Montes de María y el Chocó.

En las imágenes se observan los lugares carcomidos por la naturaleza, utilizados para otro tipo de situaciones, con lo cual se pretende evidenciar el abandono estatal de la educación, que también es una víctima de la guerra.

En la exposición también se encuentra “La guerra que no hemos visto”: un proyecto de memoria histórica realizado desde 2007 con paramilitares reinsertados, desmovilizados de la guerrilla y soldados heridos en combate. Ellos recibieron talleres de pintura para propiciar un espacio de creación en el que se contara la guerra desde el punto de vista de los victimarios. A través de las pinturas estas personas dejaron ver historias de la guerra como masacres, tomas de territorios y sus formas de vida.

Cada semana, la exposición contará con conversatorios sobre diferentes temas como la historia, la política el arte y el psicoanálisis. Esta es la segunda versión de la muestra; la primera fue en 2015 por iniciativa de la Universidad Externado. Hasta el 28 de octubre estará disponible la muestra, además, el equipo de producción y curaduría está trabajando en un catálogo que recoge los procesos de creación y los resultados de los conversatorios.

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