Una experiencia pedagógica en Manta “el retazo de cielo”

Este es el relato de Andrea, quien acompañó el proyecto POETA YouthSpark en Manta, Cundinamarca, a través de dos talleres de fortalecimiento a emprendimientos a través de la fotografía, redes sociales y herramientas publicitarias. Aquí su relato.

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Foto por: Andrea Fetecua Rodríguez. Practica de Uniminuto.

Hace unas semanas tomé una flota Valle de Tenza y me fui a Manta, Cundinamarca para conocer de primera mano lo que hace el proyecto POETA YouthSpark con la comunidad mantuna.

El camino hacia Manta duró alrededor de 2 horas, estaba un poco preocupada porque no conocía el lugar; así que le dije al conductor de la flota que me dejara en Salitre de Manta, la entrada hacia el pueblo. Llegamos al lugar y ahí mismo observé un río, su sonido me hizo sentir paz, agradecí a Dios por darme la oportunidad de estar en ese lugar.

Estuve por cerca de diez minutos esperando a que una minivan me llevara al pueblo, hay que atravesar una angosta carretera para llegar a Manta, el paisaje que se observa por el camino es muy llamativo, la persona que pasa por este lugar siente un alivio, el estrés disminuye al no pensar en los ires y venires de las grandes ciudades. Sufrí un pequeño retraso en cuanto a la llegada, tenía que estar a las nueve de la mañana, me contacté con Alex, el facilitador que se encuentra en territorio por parte de ACPO, que amablemente estuvo desde las nueve con el grupo del SENA.

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Al llegar al pueblo, veo que la gente es muy alegre, todos se saludan con todos, la iglesia del pueblo es la que más resalta entre las estructuras, su color amarillo refleja esperanza y alegría. Le pregunté a un habitante del pueblo que en dónde quedaba la biblioteca, me brindó las indicaciones y llegué allí después de las nueve y media de la mañana. Alex, más conocido entre todos los integrantes de la clase como “El profe”, me recibe y me presenta con la señora Marta, ella es la persona que está encargada de la apertura y cierre de la biblioteca.

Subimos al salón que se encontraba en el segundo piso de la biblioteca, me presenté con el grupo, estaba conformado por jóvenes entre los 17 años y adultos entre los 55 años de edad, les comenté que iba de parte de ACPO y UNIMINUTO, mi acercamiento con la comunidad de Manta se dio por las prácticas en responsabilidad social, al finalizar la presentación.

Inicié el taller, este se preparó para dos sesiones, la primera sesión fue de fotografía y texto creativo, los integrantes fueron receptivos y amables, mostraron interés en la aplicación del taller, que tuvo un tiempo de dos horas, el mismo nació de una propuesta que junto con mi compañero Cristian Galicia realizamos para ACPO con el proyecto POETA YouthSpark con el fin de ayudar a implementar estas herramientas a las personas para que las apliquen a sus emprendimientos.

Ya al finalizar esta primera sesión, el grupo agradeció por el taller, en las actividades se aplicaron los ángulos y algunas composiciones de la fotografía junto con la creación de textos creativos para cada emprendimiento.

Luego de la finalización del taller, salimos con Alex a almorzar a un restaurante casero del pueblo, hablamos del taller, me habló un poco del pueblo, de lo que se trabaja allí de mano de ACPO y demás. Se llegaron las dos de la tarde, me acompañó al parque principal a abordar la flota de regreso a Bogotá. De ese día me llevé la gran satisfacción de haber dictado por primera vez en mi vida una clase, y más a un grupo grande, eran cerca de diecisiete personas. Me agradó mi primera salida a territorio, una vez llegué a la ciudad esperé por ir nuevamente a Manta.

De regreso al “retacito de cielo”

Espere la segunda y última sesión por quince días, hice el mismo recorrido, aborde la flota, llegué a Salitre de Manta, abordé una minivan, disfrute del viaje hasta el pueblo. Esta vez llegué sin complicaciones.

Al estar en la biblioteca con el mismo grupo se realizó la segunda sesión del taller, los temas fueron la teoría del color, canva y redes sociales (Facebook Marketplace e Instagram) temas que llamaron bastante la atención en la clase.

El grupo que trabaja la cerveza artesanal “Petaca” fue un grupo muy interactivo, se destacó a nivel general, puesto que estuvieron demasiado participativos en el taller, captaron muy rápido el uso de las herramientas. Sé que a cada uno de los grupos se les quedó una pequeña parte del taller para la aplicación del mismo en sus emprendimientos.

Una vez se finalizó el taller, hablé con don Miguel, uno de los integrantes que asistió a las dos sesiones del taller. Él es el pintor del pueblo, creo que debe tener unos cincuenta años, me entregó una tarjeta para que conociera su trabajo, fui a su taller donde se encuentran infinidad de cuadros. Amé su arte, es muy interesante lo que hace en aquel taller, sus creaciones son únicas.

Le pregunté el precio de cada cuadro, él respondió que oscilan entre los $120.000 y $400.000 pesos colombianos, dependiendo el cuadro que uno mande a crear. Ahora que tengo su tarjeta la voy a conservar, porque en realidad al ver esos cuadros me interesó mucho y me llamó mucho la atención. Pienso en contactarlo y pedirle que me ayude con un cuadro.

Foto por: Andrea Fetecua Rodríguez. Practica de Uniminuto.

Salí del taller de Don Miguel  y recorrí el parque principal y sus alrededores, Manta es un pueblo muy cálido, de personas con gran cordialidad, su cultura y demás; pienso volver porque en realidad fue una experiencia única para mí, es la primera vez que salgo a un pueblo que no conocía, trabajar de la mano con ACPO y su Proyecto POETA YouthSpark implementado en los municipios de Silvania y Manta, Cundinamarca por Acción Cultural Popular –  ACPO en un trabajo conjunto con The Trust for the Americas, organización afiliada a la Organización de los Estados Americanos – OEA, me parece fascinante. Estoy segura que las personas que se lleguen a vincular con ACPO admirarán los trabajos que hacen con la comunidad.

Al finalizar esta etapa, quedo agradecida con ACPO, porque al estar vinculada en la organización durante el semestre aprendí mucho sobre los quehaceres de los campesinos. Hablaré de mi experiencia para que las personas vayan al “retacito de cielo” en el Valle de Tenza y ayuden a sus habitantes, comprando sus productos y por qué no, apoyándolos para que otras personas los conozcan.

Trabajar con ACPO me ayudó en el ámbito personal y profesional, también gracias a la gente bella de Manta, su calidez inspira, en realidad espero volver pronto.

Por: Andrea Fetecua Rodríguez. Practica de Uniminuto.
Editor: 
Lina María Serna. Periodista – Editora.

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