#Opinión: ¿Qué hago con la basura?

Esta debe ser una pregunta muy frecuente en los habitantes de las zonas rurales, pero a su vez se resuelve con la vieja y  conocida respuesta: ”¡échele candela!”

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CEDIDA

Desafortunadamente, cuando se habla en las ciudades sobre el calentamiento global, el problema de la capa de ozono y el descongelamiento de los polos, se culpa a la falta de compromiso de las personas que habitan las zonas rurales. Se cree que la mayor fuente de contaminación en el campo son los mismos campesinos.

Al visitar zonas rurales a lo largo y ancho del país, no es extraño encontrarse con envases plásticos,  vidrio, papeles, empaques de comida y aerosoles desocupados. Eso si todo esto al lado de los ríos. ¿Pero qué se puede hacer con la basura?. No es fácil responderé a esta pregunta pues no hay una política clara ni información suficiente sobre el asunto.

Mientras tanto, se seguirá culpando a los campesinos como los mayores contaminadores de las zonas rurales. Ccabe anotar que en el campo la recolección de basuras es difícil, sin embargo, eso no debe ser una excusa.

Algunos consejos 

He buscado información sobre qué hacer con los desechos y la información es muy escasa. La única referencia es una corporación llamada ‘Campo Limpio’, que funciona recogiendo desechos plásticos de pesticidas por casi todo el país.

Si en su región no están presentes, seguramente al contactarlos harán el esfuerzo para estar ahí.  Hasta ahora, después de oír muchos comentarios de la gente sobre el cuidado de la tierra, de poner los ojos en el campo, de tener conciencia ecológica, hay muchas ONG y personas  que dicen estar comprometidas y en  realidad a parte de criticar no hacen absolutamente nada.

Desde las ciudades es fácil criticar y aconsejar sobre el manejo de las basuras y sobre el cuidado de la tierra, pero hay muchos comentarios en redes sociales y otros tantos argumentos que no proponen ninguna solución.

Haga un esfuerzo por separar la basura, intente tener asesoría con alguna secretaría de la alcaldía local, y sobre todo intente no botar las cosas por ahí. Ya sabemos que los turistas, caminantes y amantes de los paseos ecológicos predican pero no aplican y dan muy mal ejemplo. Muchos, dejan botellas, empaques, telas y plásticos tirados por donde pasan.

Según los futurólogos del medio ambiente, el calentamiento global tendrá su máxima expresión dentro de cuarenta o cincuenta años. Eso sí, con un problema serio que puede acabar con la humanidad. (Le puede interesar: ¿Cómo contribuyen las y los campesinos a la lucha contra el cambio climático?)

La única opción es comenzar rápido y educar a las nuevas generaciones para que comiencen a actuar a partir de actividades tan sencillos como separar la basura, evitar cortar árboles para leña y no botar objetos a los ríos.

Dentro de cincuenta años el agua alrededor de la tierra posiblemente no será potable. Nuestro país es uno de los más ricos en reservas hídricas pero aunque eso sea una realidad, los recursos se acaban poco a poco si no se cuidan con seriedad. En las ciudades  el asunto se está haciendo complicado pero el sistema de recolección de basuras de alguna forma funciona y se hacen rellenos sanitarios.

No espere a que la tecnología y la ciencia tengan la solución, seguramente como ha sido una constante a través de la historia de la humanidad, una respuesta a un problema genera otro aun mayor.

Por: Nicolás Montañez. Equipo Editorial El Campesino.

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