Finca El Vetiver, una apuesta por la salud humana y el respeto por la vida

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Después de haber leído la publicación anterior denominada: Sistemas diseñados bajo el modelo agroecológico y por medio de una entrevista realizada en el mes de marzo del año 2017 al campesino Jesús Gómez, nos permitimos presentar un trabajo ejemplar de dedicación y amor por el campo colombiano desde de la experiencia de la finca agroecológica llamada El Vetiver, que ha sido posible gracias a la dedicación de una familia campesina:

Vetiver

La Finca agroecológica “El Vetiver” se encuentra ubicada en el Corregimiento La Castilla, Vereda El Pinar, Cali-Valle del Cauca, allí el trabajo principalmente familiar ha permitido el desarrollo de un proyecto campesino a través de la aplicación de la agroecología. Para el señor Jesús Gómez la agroecología es ir a favor de la naturaleza y no en contra de ella, en esta no hay procesos de fumigación sobre los cultivos y por tanto no muere ninguna especie por acción de la agricultura.

Don Jesús se interesó por la agroecología debido a que observó su importancia para la salud humana, después de haber pasado por la aplicación de la agricultura convencional, inducida por los agrónomos de la época, resultado de la revolución verde, donde cayó en el facilismo de este tipo de agricultura, en la cual como él lo dice se hizo adicto a los venenos y a los químicos, al pensar que sin ellos no era posible cultivar. Clase de agricultura que sigue siendo utilizada en la actualidad por gran número de campesinos. Después, al ver la importancia de cambiar dichas prácticas y al conocer las consecuencias a largo plazo sobre el medio ambiente, pasa por la agricultura orgánica industrial, posteriormente a la agricultura orgánica artesanal y hasta llegar a la agroecología con una intención clara: “(…) yo lo que quería era ya dejar de matar inocentes, que es lo que uno hace con la agricultura convencional”.

Tras un largo camino recorrido por el señor Jesús Gómez, solo en la agroecología lleva quince años de trabajo, en ésta no se mata ninguna especie, al pensar que los humanos hacen parte de la naturaleza y no son dueños del planeta, afirmaciones contrarias a lo que se ha creído casi de forma generalizada por la sociedad y por ende el ser humano se ha tomado el derecho de dominar y destruir a otros seres vivos, pensamiento que ha permitido que el mundo se encentre de la manera en que se encuentra en materia ambiental.

Vetiver

En la Finca “El Vetiver” no se hace uso de químicos, ni se lleva a cabo ningún proceso de fumigación, a diferencia de la agricultura orgánica que lo realiza con plantas tóxicas. Por tanto, don Jesús menciona que a su vez la agricultura artesanal al usar plantas para fumigar, no son opciones similares a la agroecología, dado que ésta al no fumigar implica un agricultura en la que no muere ninguna especie, así lo afirma el señor Jesús: “(…) para mí la agroecología es cultura, la cultura de nuestros abuelos, que ellos nunca buscan matar inocentes sino que ellos generan cultura. Yo nunca conocí que los abuelos usaran nada ni pesticidas, ni plaguicidas, ni abonos sintéticos”.

La finca depende directamente de los productos que se dan a la altura en la que está ubicada, se cultiva principalmente hortalizas, con una variedad aproximada de cuarenta productos diversos, ya que al ser agroecología se opone directamente a los monocultivos; la diversidad es impulsada, debido a que su modelo son los bosques, en donde hay diversidad y no hay destrucción de especies, por tanto se cuida el ambiente. A partir de ello se plantea uno de los conceptos principales manejados por don Jesús: “(…) y entonces hay vamos y el concepto que tengo hoy, es que la única plaga que hay en el planeta tierra es el ser humano (…).

La idea de la finca agroecológica se ha visto enfrentada a la dificultad en reproducir dicha cultura entre las familias campesinas, a causa de no contar con medios suficientes para hacer su difusión, y por otro lado, no cuentan con al apoyo de alguna entidad que permita transmitir la educación agroecológica. Desde allí es importante que los campesinos y campesinas conozcan esta propuesta y puedan tomarla como una posibilidad sostenible para el campo colombiano, siendo la agroecología una apuesta posible y sustentable, en la que se preserva la vida y se mejoran las condiciones de salud del ser humano, bajo el respeto por sí mismo y por la naturaleza.

El aporte a la sociedad colombiana de las familias que utilizan la agroecología según don Jesús es la contribución a la salud de los seres humanos a través de una alimentación sana, que no puede darse por medio de la agricultura convencional, en la cual las multinacionales con la producción de agroquímicos han hecho dependiente al campo de sus productos. De esta forma, ideas como la finca agroecológica no se expanden y tampoco se muestra un interés de la institucionalidad en apoyar este tipo de iniciativas, al ser el uso de agroquímicos funcional a los intereses económicos de las multinacionales. Don Jesús anota: “Todos nos tenemos que rehabilitar, el facilismo nos hizo adictos a productos sintéticos”.

Vetiver

Después de habernos acercado a la experiencia de La  finca “El Vetiver”, se evidencia que es un ejemplo de ardua labor de los campesinos y campesinas en beneficio del campo colombiano y son muchos los aportes que pueden proporcionar a la construcción de un mejor futuro en el campo. Por tanto, las ideas traídas por los “expertos” y otros países no son la única opción para éste, el conocimiento sobre la tierra que tienen campesinos y campesinas debe ser tenido en cuenta para la realización de cualquier plan, programa o proyecto pensado para el campo y es esta la única manera de hacer procesos efectivos, responsables, amigables con el ambiente y respetuosos con los saberes ancestrales de nuestros campesinos y campesinas.

El campo colombiano a pesar de aportar cada día a la alimentación de todos los colombianos y colombianas, no cuenta con la atención y protección suficiente por parte del Estado, sin la cual es imposible construir la paz en el país:

“(…) el campo en nuestro país llámese como se llame agricultura convencional o cualquiera el campo está muy desprotegido, porque lo que se dice realmente que es para el agro o la agricultura eso no llega al campo, no llega al campesino eso se queda en el camino y en las fundaciones que creo que son las que contratan proyectos para después llevarles limosnas a los campesinos y por eso es muy difícil” (Entrevista Jesús Gómez).

Autor: Lina María López, Trabajadora Social, Voluntaria ACPO. @linis_lopezg
Editor: Katherine Vargas Gaitán, Periodista Editora. @KatheVargasg

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