Como un sonido lejano casi de ultratumba, comienza sentirse el sonar del tambor que hace palpitar el corazón a medida que aumentan sus decibeles. De pronto aparece una negra hermosa en su andar, con la fina voz de su herencia afro y la canción del compositor colombiano Gabriel Alonso Suárez Romero: “La lavandera”.

Se trata de un homenaje cantado al trabajo característico del quehacer diario de la mujer chocoana, quien, adornada con vestuario y escenografía coloridos, pretende resaltar toda una tradición de aquellas mujeres trabajadoras y emprendedoras del departamento.

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Una caracterización fantástica de las tradiciones culturales y folclóricas chocoanas, realizaron los 20 miembros de la Escuela de Danzas Yalumba, quienes plasmaron en escena, de una forma especial, lo que fue el diario vivir de la mujer chocoana y su marido minero entre los años 1930 y 1960.

El realismo y la pasión de los participantes en su muestra folclórica, le exigieron al auditorio de la Universidad Claretiana un fuerte aplauso se prolongó por más de un minuto.

El periódico El Campesino encontró a Karen Loreidy Córdoba, en su trabajo diario como líder formadora de jóvenes dentro el sistema de responsabilidad penal para adolescentes de la Fundación FEI, de la mano con el proyecto Valores Cívicos y Democráticos de Acción Cultural Popular – ACPO.

Así que El Campesino indagó sobre el trabajo que se realiza en la escuela de la mano de Karen, el desempeño de quienes la conforman y la pasión que los mueve en el escenario. Aquí sus comentarios.

¿Cuál es la motivación para que en el escenario se vea tanta pasión y alegría en lo que hacen?

“Nuestra motivación es el rescate de la tradición, queremos resaltar algunos de los pilares de la economía chocoana donde nuestras mujeres a través de la historia han tenido un indiscutible protagonismo (lavanderas y vendedoras), enfocándonos en cómo, ellas a través de su fuerza, entrega, conocimiento y sentido de pertenencia han contribuido al equilibrio del medio ambiente.

Pero también, como en estos últimos años les ha tocado ganar en resiliencia y reconciliación con prácticas como la minería ilegal que se ha convertido en una amenaza para nuestra riqueza natural.

Y la pasión que nos impulsa es saber que por medio del arte estamos quitándole más niños y jóvenes a la guerra, además de conservar y visibilizar ante el mundo nuestras tradiciones culturales”.

Más que una docente licenciada en biología, Karen es una mujer entregada al liderazgo social. Hace más de 18 años en su barrio La Aurora en Quibdó, viene trabajando para que allí se continúe con el arte y el folclor, para que los niños y jóvenes sigan participando en este tipo de certámenes.

Una merecida felicitación para todos los miembros de la agrupación Yalumba y la Fundación FEI, por contribuir a la formación de valores en la comunidad del departamento de Chocó.

Por: Miguel Ángel Arango Cifuentes. Facilitador educativo ACPO.
Editor: Lina María Serna. Periodista – Editora.

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