El viernes 16 de noviembre de 2018 en Santo Domingo, República Dominicana, la Comunidad de Aprendizaje Institución Educativa Luis Carlos Sarmiento de Itagüí, recibió el reconocimiento REDUCA a Prácticas Innovadoras en Educación con énfasis en Convivencia Escolar, entre quince países de América Latina.

El premio fue entregado por Andrés Navarro, Ministro de Educación de Santo Domingo y en representación de Colombia asistió Luz Yesenia Moscoso Ramírez, de la Fundación Empresarios por la Educación, que opera el proyecto Comunidades de Aprendizaje en 105 escuelas en Colombia desde el 2014.

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La Institución Educativa Luis Carlos Galán Sarmiento está ubicada en el municipio de Itagüí en el departamento de Antioquia, zona especialmente afectada por el conflicto armado que vivió el país, así como por otros factores de violencia estructural, social y económica que han incidido de forma directa en los logros educativos de su población escolar, que alcanza más de 1.000 estudiantes distribuidos en la básica, media y secundaria.

Sin embargo, a partir de 2014 la comunidad académica decidió emprender cambios pedagógicos y comunitarios que han consolidado una transformación sin precedentes.

Hoy esta institución se ubica en los primeros lugares de desempeño académico según los estándares de educación pública y se consolida como referente regional y nacional por sus mejoras en convivencia, modelo educativo y por convertirse en un lugar para hacer realidad los sueños y así aportar a un mundo mejor.

Los ambientes de aprendizaje en el colegio Luis Carlos Galán en Itagüí

Superando el paradigma de la educación que califica, la IED Luis Carlos Galán ha logrado enfocar su idea de calidad educativa en las relaciones y acciones que diariamente emprende la comunidad, para que todos sus integrantes puedan participar en condiciones de dignidad y felicidad.

Se trata de reconocer y valorar a cada persona en sus posibilidades y en sus diferencias y que éstas sean motivo de curiosidad, conocimiento o intercambio y no de señalamiento, barrera o exclusión.

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Así, la comunicación, el disenso mediante el ejercicio de la razón y el despliegue de las emociones y necesidades se exponen cuidando la integridad propia y la de los otros, sembrando una semilla de cambio en la escuela, que trasciende al municipio, al departamento y al país porque permea las familias y los barrios y, en el futuro, permeará otros espacios de interacción de quienes han vivido esta experiencia.

De esta manera se construye una escuela digna en la que la confianza, la escucha, la auto observación y la reflexión son fuentes de aprendizaje, permitiendo que los estudiantes, directivas, docentes y familias de la institución construyan sentido relacionando los contenidos académicos con la vida y puedan reinterpretar o cuestionar lo conversado en clase y nutrirlo con sus propias experiencias y proposiciones para desarrollar y comunicar argumentos cada vez más complejos.

¿Y cómo lo lograron?

La búsqueda de caminos hacia una educación transformadora, creativa y humanista ha sido siempre característica de la institución. Sin embrago, a partir de 2014 acordaron re-organizar su quehacer educativo a la luz del proyecto Comunidades de Aprendizaje, un proyecto de transformación social que busca el mejoramiento de los aprendizajes y la convivencia en 105 colegios públicos del país.

Comunidades de Aprendizaje se fundamenta en los principios del Aprendizaje Dialógico: diálogo igualitario, transformación, igualdad de diferencias, solidaridad, inteligencia cultural, dimensión instrumental y creación de sentido, que a su vez se desarrollan mediante Fases y Actuaciones Educativas de Éxito, con dos claves: las interacciones de calidad y la participación de la comunidad.

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Según REDUCA, Latinoamérica presenta la violencia escolar más alta del mundo, “provocando consecuencias emocionales y psicosociales en los niños y jóvenes. Así, las víctimas de violencia escolar desarrollan bajos niveles de autoestima y menor desempeño académico, perdiendo el interés por ir a la escuela y contribuyendo a elevar las tasas de abandono”.

Una escuela que fomenta las relaciones sanas de convivencia en su comunidad aporta a la consolidación de la paz, la ciudadanía y la democracia, formando personas librepensadoras, que inspiran nuevas soluciones para un mundo mejor.

El proyecto #ComunidadesDeAprendizaje es operado por la Fundación Empresarios por la Educación en convenio con Natura Cosméticos a través de su programa Creer para Ver, y el apoyo regional en Antioquia de Asocolflores y la Secretaría de Educación de Itagüí. En el Valle del Cauca, el apoyo regional lo brindan La Fundación Scarpetta Gnneco y la Fundación Caicedo González Riopaila Castilla.

Por: Fundación Empresarios por la Educación.

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