En cercanias del municipio de Tibirita, Cundinamarca, Karen Alfonso rebeló su experiencia con un diminuto ser que para algunos es solo un mito, pero para ella fue un encuentro inexplicable de donde se desprenden diversas historias de antaño, relacionadas en su mayoria, con las afueras de los poblados y cercanías de las quebradas; hablamos de los duendes.

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Mi nombre es Karen Alfonso, tengo 22 años, vivo en Tibirita y quisiera contar lo ocurrido una noche camino a casa en la parte baja del camino. Se veia una persona como de tamaño pequeño, al acercarme a esa “personita”, desaparecia, esto volvió a ocurrir en 2 ocaciones en el mismo sitio y en promedio de la misma hora.

El sentimiento fue de pánico y curiosidad, al comentar esto con la vecina de la finca más cercana, ella me afirma que lo ha visto, que cree que es un duende ya que le cambia de lugar las cosas y lo ha visto en distintas ocaciones cerca a su casa.

Se cree en mi familia que al ver un duende hay que darle algo de tu propiedad, ya que lo más seguro es que te quiera entregar algo, así que luego él te devolvá este objeto donde está ese algo que te quiera entregar.

Por: Karen Alfonso. Habitante rural de Tibirita, Cundinamarca.

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