Barranquilla se la juega por incluir la gastronomía en el Programa de Alimentación Escolar

El proyecto de Inclusión de la gastronomía en los programas de alimentación escolar de América Latina y el Caribe, busca la aceptación del menú escolar en los PAE a través de técnicas gastronómicas que mantengan la calidad nutricional, fomenten la cultura local e impulsen el consumo de alimentos saludables.

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Foto por: Naciones Unidas de Colombia

Con unos índices de inseguridad alimentaria que superan la media nacional (54,2%), la ciudad de Barranquilla, con su área metropolitana, reporta (según la ENSIN 2015) que el 57,3% de su población sufre de inseguridad alimentaria. En comparación, frente a los indicadores de exceso de peso en la región Caribe, 19 de cada 100 niños (5 a 12 años) tienen problemas de exceso de peso, mientras que en la ciudad de Barranquilla presentan este fenómeno 25 de cada 100 niños.

Este indicador en los adolescentes (13 a 17 años) no va mejor en la Región Atlántica donde 15 de cada 100 presenta exceso de peso y en Barranquilla, son de 17 menores por cada 100 quienes lo padecen. Estas cifras llaman la atención y ponen a Barranquilla como una ciudad propicia para realizar un piloto de Inclusión de la gastronomía en los programas de alimentación escolar (PAE) en tres sedes educativas, donde se propone analizar el PAE partiendo de una revisión del menú escolar (sobre aceptación del sabor y cultural, nutrición, consumo de alimentos y aspectos económicos), emitir e implementar recomendaciones gastronómicas y medir su impacto.

Esta iniciativa toma como modelo los resultados y la experiencia del Laboratorio Gastronómico de la Junta Nacional de Auxilio Escolar (JUNAEB) y el Plan contra la obesidad escolar – Contrapeso del Gobierno de Chile y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

El proyecto de “Inclusión de la gastronomía en los programas de alimentación escolar de América Latina y el Caribe para una alimentación rica y saludable” se desarrolla actualmente en República Dominicana, Guatemala y, ahora también en Colombia. Busca mejorar la aceptación del menú escolar en los PAE de América Latina y el Caribe, a través de la introducción de técnicas y herramientas gastronómicas que mantengan la calidad nutricional, fomenten la cultura local e impulsen el consumo de alimentos saludables. 

El desperdicio de alimentos, otro aspecto que preocupa

Encontrar comida intacta en la basura de los colegios es más común de lo que se esperaría en un país en el que 2,4 millones de sus habitantes padecen las consecuencias del hambre. ¿Las razones? Desde la falta de educación alimentaria, pasando por el diseño inadecuado de las dietas que ofrecen algunos de los PAE, hasta la falta de apropiación de estas dietas a nivel local.

Una razón más para explorar con la preparación de nuevas recetas que incorporen la gastronomía como herramienta para hacer de estas comidas apetitosas. De esta manera se espera incidir en la no generación desperdicios alimentarios, optimizando la utilización de recursos y motivando la puesta en marcha de prácticas más sustentables.

Durante el desarrollo del proyecto se realizarán mediciones para evaluar la disminución que se espera haya de desperdicio de alimentos, buscando así que el aporte de los PAE se oriente también a brindar dietas sustentables y generar mayor conciencia en la comunidad académica respecto de la importancia de acabar con esta problemática. 

Desde los sentidos: no solo cuenta lo que comemos, sino también cómo lo vemos

Abordar esta iniciativa contempla las capacitaciones de quienes preparan los alimentos, así como de los operadores que surten los PAE. Para poner en marcha la estrategia de capacitación, el sábado 7 de marzo, 25 manipuladoras de alimentos de la Institución Educativa Villas de San Pablo, participaron en un taller de preparación de alimentos a cargo de la chef María Elisa Rueda, del equipo de la Oficina de la FAO para América y el Caribe.

Esta jornada estuvo acompañada por padres de familia, representantes de la Institución Educativa Villas de San Pablo y la Secretaría de Educación Municipal, así como los operadores del PAE municipal y un grupo de estudiantes.

Los participantes degustaron una de las recetas modificadas para dar su punto de vista respecto de la apariencia y el sabor del plato diseñado, para que una vez tenga la aprobación pueda ser incluido en las dietas del PAE municipal.

Se espera que, a partir de los resultados obtenidos, se sumen a la iniciativa otras Secretarías de Educación del país, contribuyendo de esta manera a contrarrestar el aumento acelerado del sobrepeso, la obesidad y la desnutrición en la niñez y la adolescencia en Colombia.

9 de marzo, Día Internacional de la Alimentación Escolar

Celebrado desde 2013, se presenta como la oportunidad para recordar la importancia de la promoción de hábitos alimenticios saludables para todos los niños y adolescentes a través de políticas sostenibles. Cada día, cerca de 368 millones de niños y adolescentes en todo el mundo reciben alimentación en sus escuelas a través de programas de alimentación escolar, administrados por los gobiernos nacionales.

Los programas PAE son la red de protección social más prevalente a nivel mundial (Banco Mundial, 2014), ya que provisionan beneficios educativos y de salud a los niños más vulnerables. En la región de América Latina y el Caribe (ALC), además de estar incorporados en los marcos nacionales de políticas de seguridad alimentaria y nutricional (SAN), los PAE son cada vez más parte de las políticas y sistemas nacionales de protección social. 

Actualmente, casi todos los países de la región implementan el PAE nacional, de los que alrededor de 85 millones de niños y adolescentes reciben un desayuno, una merienda o un almuerzo en la escuela, con una inversión anual de aproximadamente USD 4 300 millones, provenientes principalmente de presupuestos nacionales (WFP, 2017).

Estos programas juegan un papel importante en la lucha contra el hambre y la malnutrición en todas sus formas, y contribuyen a garantizar el derecho humano a la alimentación adecuada (DHAA) para los escolares, por lo que se han convertido en un instrumento de política pública para alcanzar las metas de desarrollo sostenible al 2030. 

La alimentación escolar aumenta la asistencia de los niños a la escuela, les permite avanzar en la estabilización de sus índices de nutrición, normalizando de esta manera su adecuación crecimiento y desarrollo. En colaboración con los gobiernos nacionales, la FAO y el Programa Mundial de Alimentos (WFP) firmaron en marzo de 2017 un Memorando de  Entendimiento que resalta la visión común de estas Agencias para la seguridad alimentaria, la nutrición y la agricultura sostenible, áreas estrechamente relacionadas.

En aras de adecuar los PAE a las costumbres y culturas locales, se promueve la vinculación de estos con las compras locales a pequeños agricultores y productores de la agricultura familiar, con lo que se apoya no solo la nutrición de los estudiantes, sino que además contribuye en el mejoramiento de las economías locales. 

En Colombia, gracias a la articulación del Frente Parlamentario contra el Hambre y el Observatorio del Derecho Humano a la Alimentación, liderados por la FAO, cursa actualmente un proyecto de ley que busca incluir a los productores de la agricultura familiar como proveedores de los programas institucionales, dentro de los que se encuentran los PAE.

Se espera que la suma de los componentes entre lo nutricional, las características gastronómicas y el suministro local de alimentos, reflejen los beneficios para la población infantil y adolescente en la lucha contra el hambre y la malnutrición, de la mano con la superación de la pobreza.

Por: Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

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